¿Tienes un jardín? ¡Yo también! Esto es para ti:
Con amor, esperanza y optimismo cantarás victoria en la vida.
Hay personas que conocen el arte de cultivar bellas flores en su jardín, logrando muchas veces maravillas de color: rosas abundantes y frescas, tulipanes risueños, bugambilias y jacarandas en flor. Todo comienza por arreglar la tierra, dotándola de rico abono. Luego viene el riego diario, el arrancar las hierbas parásitas y, en el invierno, la poda. Todas estas labores las realizan con cariño.
En el jardín del alma se pueden cultivar otras flores, como son el amor, la esperanza y el optimismo. En el jardín del alma que vale mucho más que el jardín de la casa, no debe suceder lo que decía el poeta: “Flores en mi jardín no hay ya, todas han muerto”.
Las flores de tu jardín alegran tu vida: planta flores, planta amor, esperanza y optimismo. Verás cómo en tu alma y en la de otros brilla una perenne primavera.
Dios ha creado infinitas clases de flores con formas y colores de maravilla. Las ha hecho para alegrar las pupilas de los hombres, para ofrecer un poco de ternura a su duro caminar por este mundo. Y las flores que a veces el hombre desprecia, al Hijo de Dios le gustaron. Sabemos que los lirios del campo llenaron de alegría el corazón del Hijo de Dios.
Mariano de Blas, L.C.
(De mi libro Las cuatro estaciones).
Obtén el 15% DE DESCUENTO en el libro "Las Cuatro Estaciones" del P. Mariano de Blas, LC. utilizando el código BLCUATRO puedes encontrar su libro AQUÍ