¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?

¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?

Hace unos días estuve en el cerro del Tepeyac, fui a saludar a la Virgen. Lo primero que hice fue ir a verla en la imagen que preside el santuario. Pasé por esa banda eléctrica y mientras nos llevaba al otro extremo, iba rezándole y admirándola.

Salí del santuario y encaminé mis pasos, escaleras arriba, para ir a esa capillita donde tuvieron lugar las apariciones. Qué espectáculo de fe de nuestros hermanos y de todos los peregrinos que también subían para arrancarle a la Virgen un milagro.

Ahí recé un rato. Rato de cielo.

Me dirigía ya hacia la puerta de salida del santuario. Pasé junto al velatorio, donde los peregrinos colocan y encienden sus veladoras, rogando a María les conceda sus favores.

No pude seguir adelante. Así como a Juan Diego, la Virgen se me hizo presente, de manera espiritual, pero real.

Leí lo que en aquel muro está escrito: “es nada lo que te asusta y aflige. No se turbe tu corazón. ¿no estás por ventura en mi regazo?”

Aunque rodeado de gente que iba y venía, me sentí solo con Ella. Solos Ella y yo. Madre e hijo.

Hoy, escucha estas palabras de nuestra Madre del cielo. Que nada tema tu corazón, que nada te asuste ni aflija. Estamos en su regazo. No hay poder alguno maligno que pueda dañarnos si estamos en sus manos.

Hoy, date cuenta, que Ella como Madre, sabe de nuestras necesidades, de lo que nos aflige, de lo que nos inquieta. Ella sabe de tus dolores, de tus depresiones. Ella sabe que necesitas y te urge la misericordia de su Hijo. Ella quiere devolverte la paz y la alegría.

Hoy, Ella te dice: no tengas miedo, ¿que no estoy yo aquí que soy tu Madre?


-Padre Gerardo de la Rosa

 

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1 comentario

Gracias padre Gerardo por este mensaje tan profundo de reflexion, cuando estaba a punto de entrar en una cirugía me sentí sola, y revisé mi correo y lo primero que abrí fue esta y apareció la portada la Virgen ¿no estoy yo aquí que soy tu madre?
Para la Honra y Gloria a Dios fue un éxito la cirugía,
En ningún momento estuve sola, mi madre del cielo estaba ahí conmigo. Bendiciones padre.

Teresa

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