Mañana comienzo

Mañana comienzo

Mañana comienzo
P.Mariano de Blas, L.C.

 

El que se acostumbra a dejar las cosas para mañana terminará agobiado. Si hoy tengo una tarea importante que hacer, y me cuesta realizarla, suelo dejarla para luego, pero no la realizo en ese instante creyendo ingenuamente que mañana sí tendré tiempo y ganas de hacerlo.

Pero, ¿qué sucede mañana? Que hay nuevas tareas importantes que reclaman mi atención. Me quedan todavía por hacer las del día anterior y, de esa manera, tengo ahora más preocupación, más angustia porque no he hecho las cosas. De esta forma, se van acumulando  día a día más tareas que piden cita, va aumentando la tensión, y termino agobiado.

El que deja las cosas para mañana las suele dejar para nunca. Y, si no pasa nunca, al menos para mucho tiempo  y con frecuencia  no las termina en el plazo en el que las hubiera debido realizar. Un ejemplo: conseguir un seguro del coche después que me pusieron una fuerte multa o me lo quitaron.

Ahora hagamos una sencilla y humilde autocrítica: ¿Cuántas cosas importantes o no tan importantes están pidiendo cita para ser atendidas? Toma un lápiz y un papel y escríbelas con toda sinceridad, haciendo tres apartados. 

  1. Tareas muy importantes y urgentes. 
  2. Tareas medianamente importantes. 
  3. Tareas útiles pero no importantes.

Si quieres corregir este hábito de dejar las cosas para mañana, no puedes comenzar con excusas como “Es que no tengo tiempo, tengo mil cosas que hacer”. Debes aceptar que no has realizado la mayoría de las tareas, sobre todo las importantes, por pereza y falta de organización. Una vez que aceptes esto, puedes hacer el plan de comenzar por la más importante, seguir con la segunda y así sucesivamente… Si eres perseverante en ese trabajo, por lo menos durante tres semanas, te apuesto a que te acaba sobrando el tiempo.

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