Las palabras de Jesus en la cruz revelan su corazón

Las palabras de Jesus en la cruz revelan su corazón

Si algo hemos aprendido de esta pandemia es que tanta prisa no nos lleva a ninguna parte. No es corriendo mucho y llenando nuestro calendario de actividades como vamos a llegar más lejos, ni alcanzar mejores resultados.

No necesitamos estar en todas partes, no necesitamos responder a todos los mensajes, no necesitamos atender a todas las personas, o hacer todas las cosas…

Cada día escogemos que hacer o no hacer, qué decir o no decir y esas decisiones revelan lo que es más importante para nosotros.

En estos días de Semana Santa, todas las miradas de los cristianos se volverán hacia la cruz de Cristo. Allí está el Hijo de Dios, en la agonía final. Como Ustedes saben, especialmente en los momentos de prueba, las decisiones que tomamos revelan lo que realmente somos.

Es la teoría de la pasta de dientes. El tubo no te deja ver lo que hay dentro, pero si aplicas presión, sale lo que hay dentro. A nosotros nos pasa algo parecido. En el momento en que nos ponen bajo presión, sale a la luz quiénes somos en realidad.

Cristo, como hombre, sufrió la mayor presión que podemos imaginar. Padeció una muerte horrible, una humillación terrible, fue abandonado y despreciado, tratado injustamente y asfixiado lentamente. Y allí, Jesús pronunció siete palabras que salieron de lo profundo de su corazón.

Toda esa presión hizo que Jesús escogiera siete palabras que nos abren una pequeña ventana para conocer su corazón. ¿Ya pensaste en eso? Nunca como en la cruz podemos echar una mirada a los sentimientos más íntimos y verdaderos de Dios.

¿Y qué descubrimos? Yo diría que las siete opciones fundamentales de su vida, que tienen un único denominador común: el amor a Dios y a cada uno de nosotros.

Esas siete palabras fueron:

- Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen

- Hoy estarás conmigo en el paraíso.

- Mujer he ahí a tu hijo.

- Tengo sed

- Dios mio, Dios mio, por que me has abandonado?

- Todo está consumado

- Padre, en tus manos entrego mi espíritu.


Mucha gente lleva un crucifijo colgado al cuello, lo tienen en casa, en el hospital, en la escuela, en la iglesia… Hasta los ateos saben que Cristo murió en la cruz, pero muy poca gente sabe lo que había en el corazón de Jesús.

Me gustaría invitarlos a mirar la cruz de Cristo en esta cuaresma y especialmente en esta Semana Santa. Muchos conocen la cruz, pero pocos la comprenden. Miren la cruz de Cristo. Escuchen y mediten sus palabras, traten de comprender todo lo que llevaba en su corazón y aprendan las grandes lecciones que dejó para su vida.

Un hombre, el centurión que acompañaba la crucifixión de Jesús, que estuvo al pie de la cruz durante todas aquellas horas de agonía, dijo al final: “¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!”. (Mateo 27, 54) O sea, se convirtió con sólo ver y escuchar las palabras de Jesús. Dios también quiere producir el mismo fruto en tu corazones. Atrévete a mirar la cruz de Cristo y deja que sus palabras toquen tu alma, cómo tocaron el alma del centurión.

 

-Rodrigo Hurtado, L.C

 

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1 comentario

Gracias por sus bellos y alentadores mensajes; muchas bendiciones y que la Santisima Trinidad y La Virgencita nos bendiga ahora y siempre; amen.

Alexander Arguedas

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