La Santísima Virgen es la Creatura más perfecta que Dios creó. Su corazón es símbolo del amor de Dios a la humanidad y también es el modelo que Jesucristo nos ofrece para más fácil imitarlo.
El Corazón Inmaculado de la Virgen irradia un amor maternal que abarca a toda persona, porque todos somos sus hijos. Unas veces nos corrige con el vestido de Fátima pidiéndonos consolar a Jesús con la penitencia y la oración, otras veces, con el vestido de Lourdes, nos seduce con abundantes milagros. En el Tepeyac se viste de estrellas para ponernos en el cruce de sus brazos, porque viene a consolar a un pueblo torturado con sacrificios humanos. Sin embargo, aunque distintos son los mensajes y las presencias visibles de nuestra madre, su Corazón Inmaculado es el mismo.
No podría ser de otra forma, ya que, si sus hijos no cambiamos, mucho menos cambiará la fuente de su amor de Madre.
La devoción al Corazón Inmaculado de María es la devoción de las devociones marianas. La Iglesia nos recuerda la petición de la Virgen: celebrar su fiesta los primeros sábados de mes, así unimos todas las fiestas marianas celebradas una vez al año.
La Madre de Dios, porque también es nuestra Madre, quiere que el amor de su Corazón Inmaculado nos abrace y acaricie con sus gracias. Lo necesitamos y lo necesita todo el mundo. No dejarnos amar por María, llevaría nuestras almas a la oscuridad y el mundo se ensuciaría cada día más de pecado.
¡Corazón Inmaculado de María, en ti confío!
-P. Lorenzo Gomez
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1 comentario
Nuestra santísima madre nos ama a pesar que no la tomamos mucho en cuenta debemos restarle el ave maria cuando menos una ves al dia. Bendita seas madre celestial madre de nuestro seńor jesucristo y madre nuestra Amen 🙏