“Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá”. Diario de sor Faustina, 48 (22 de febrero, 1931).

El Señor de la Misericordia

El segundo domingo de Pascua celebramos la Divina Misericordia,  fiesta en la que gozamos de la misericordia infinita de nuestro Padre y nos concede el perdón al entregarnos confiadamente a Él. 

Es Jesús -entre los años 1931 a 1938- quien le revela a sor Faustina  le pinte su imagen así como se había manifestado a ella, y que agregara la frase “Jesús, en Ti confío”. 

“Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo deber ser la Fiesta de la Misericordia”. (Diario, 49).

La particularidad de esta imagen son los dos rayos que brotan de Jesús “ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia, cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza.  Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre”. (Diario, 50).

Jesús también le dice a sor Faustina el significado de los rayos:

“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas.  El rayo rojo, la Sangre que es la vida de las almas”. (Diario, 299 ). El deseo de Jesús es sanar a la humanidad, no castigarla “abrazarla a Mi corazón misericordioso”.

Sor Faustina logra cumplir el cometido de nuestro amado Jesús, y comienza la veneración a la imagen de la Divina Misericordia.  

Esta devoción tiene muchos fieles que la siguen y comparten, porque también cada vez son más las personas que al venerar la imagen y orar la coronilla a la Divina Misericordia, obtienen las gracias de Dios. 

Jesús le señala a sor Faustina que quien venere la imagen no morirá. “También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como mi gloria”. 

Santa Faustina: del vacío interior al amor

Para quienes aún no estén familiarizados con la devoción a la Divina Misericordia, tal vez el nombre de sor Faustina no les diga mucho, pero ella ha sido el conducto por el cual nuestro Señor se vale para dar a conocer esta hermosa devoción.

    Elena Kowalska (sor Faustina) nace el 25 de agosto de 1905 en Polonia. Su vida es fuente de inspiración para trabajar en el interior de nosotros mismos y así alcanzar la paz que tanto deseamos, y que a veces sentimos tan lejana por las situaciones del día a día.

    Pensamos que a una santa las bendiciones le fueron dadas por derecho. Nada más lejano de la realidad. Sor Faustina tiene constantemente en su vida la  disyuntiva de vivir lejos o cerca de Dios.

    Finalmente toma los hábitos. Durante su noviciado sufre un constante conflicto interior.  No siente la presencia de Dios y nada la contentaba.  

    Es en el transcurso de su preparación religiosa y en su constante lucha interior que se da cuenta que es un Alma Víctima, y comprende que es posible sentir el amor más puro a través del sufrimiento. 

Padece de tuberculosis en sus últimos años de vida. Muere el 5 de octubre de 1938.

Fuentes: 

• Diario de Santa María Faustina Kowalska (Ed. De los Padres Marianos, Massachussets, 2001).
• Santa Faustina Kowalska (Aciprensa s/f).

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"El alma que venere esta imagen no perecerá” 

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