Dulce huésped del alma. “Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis el corazón’’.
Todo el día nos habla, desde el amanecer hasta la hora de dormir. Una mamá le dice a su niño con todo cariño lo que debe hacer y lo que no le conviene. El Espíritu Santo con más cariño nos sugiere lo que nos conviene realizar y, si le hacemos caso, sentimos paz en el alma. Nos pide que amemos a Dios Padre y a Jesús con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas, y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Nos pide orar como enamorados, desechando la rutina y el aburrimiento. Nos pide que rechacemos las malas insinuaciones del tentador, de Satanás.
No sé a quién hacemos más caso, si al dulce huésped de nuestra alma o al que quiere llevarnos en cuerpo y alma a la Gehenna, es decir, al infierno.
Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis el corazón. Hoy, si escucháis la voz del padre de la mentira, cerrad los oídos.
Dulce huésped del alma. Es uno de sus títulos más hermosos. No huésped inoportuno. Cuántos huéspedes con los que no quisiéramos encontrarnos, a los que les damos la vuelta. Él es un huésped esperado con ansia, acogido con cariño, porque siempre trae buenas noticias, buenos regalos, dones… Me alegro de tenerlo siempre conmigo, lo entristezco con mi desamor. ¿Le pido muchos regalos espirituales? Y… ¿qué le doy yo: mi amor y mi fidelidad?
¿Le escucho dócilmente? Recordemos la frase de San Pablo: “¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros?”. Él ora con nosotros y por nosotros. Vivo, por tanto, en la presencia del Espíritu Santo, gozo minuto a minuto de su compañía gratísima, y su gracia está siempre a mi disposición.
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2 comentarios
Primeramente gracias por tomarme en cuenta por este precioso mensaje y pido al Espíritu Santo me aga escucharlo y ojalá munchos más lo escuchen ya que somo débiles .
Buenas tardes muchas Bendiciones 🙏🏼