Las velas de Adviento

Las velas de Adviento

Las velas de Adviento
P. Lorenzo Gomez, L.C.

La gran alegría de un matrimonio es la presencia de vida en el vientre de la esposa, el pequeño bebé. La fecha de su nacimiento es como una luz nueva para toda la familia. La madre dará a luz y el bebé verá la luz por primera vez. Sin haber nacido está ya iluminando de gozo, esperanza y alegría a los hermanitos, a los abuelos y a toda la familia. Los preparativos no cesan, cada día con mayor intensidad y en espera de la gran sorpresa: ¿mamá dará a luz un niño o una niña? ¡La lucecita será niño! El color para adornar su bienvenida será el azul.

Adviento es el anuncio de una luz, la Luz del mundo. Sera Niño, el Bebé Jesús. Adviento, tiempo de preparativos y sorpresas. ¡Viene nuestro Hermano, porque tenemos la misma Mamá! Es la Luz de Dios que viene a apagar las tinieblas del pecado, aún no ha nacido y la espera parece ya Navidad.

Cada semana encendemos una vela hasta completar cuatro clavadas en una corona verde de pino. La intención la da el significado de las velas y la virtud que cada una alumbra; también para hacer más ligera la espera. El color morado es penitencia. La primera vela se enciende la primera semana de Adviento y alumbra la esperanza, no solo en su venida, también, aún más, en su misericordia. La segunda semana es la vela del gozo, la tercera semana la vela es rosa, no porque será niña, sino porque simboliza alegría de Navidad. La última vela es símbolo de fe.

Adviento se une a la Navidad para vivir la alegría y los dones que un nuevo Bebé trae a la familia y a toda la creación, porque nacerá su Creador.

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2 comentarios

Que bonito. Gracias Padre Lorenzo.

Lilia Alcantar

Hermosamente dicho, Padre Lorenzo , muchas gracias.

Alejandra

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